¿Qué te parece la idea de que en vez de medicamentos, la forma de curarte sea administrandote una bacteria para acabar con otra bacteria que te ha infectado? Digo, no creo que muchos se sientan cómodos al recibir una inyección de bacterias, mucho menos aquellos que hasta les tienen fobia. Pero según la Universidad Nanyang en Singapur, ésta podría ser una forma eficaz de terminar con la molesta bacteria Pseudomonas Aeruginosa.
Ésta bacteria se presenta en algunos casos en los que el sistema inmune se encuentra débil (como puede ser en casos de SIDA, quimioterapia, fibrosis quistica, etc) y es muy quisquillosa pues puede controlar de forma selectiva lo que deja pasar a través de su pared celular, haciendo que los antibióticos no sean tan efectivos. Ante esta situación, se hará uso de un ejercito de bacterias modificadas llamadas Escherichia Coli para que sean suicidas y a su paso se lleven a esta terrible infección.
La P. Aeruginosas secreta una toxina denominada Piocina S5 que acaba con la «competencia». Por lo que se tuve que modificar a las E. Coli para que sean capaces de producir y almacenar esta misma toxina. Esto les sirve para seguir el ejemplo de combatir «fuego contra fuego» pues lo que hacen las bacterias modificadas es posteriormente segregar una proteína llamada LasR para detectar a las P. Aeruginosas y entonces activar dos genes: uno para soltar la Piocina S5 y otro para hacer que las E. Coli estallen liberando la Piocina S5 que tenían acumulada.